Entrevista a Marcelo di Marco


Marcelo di Marco se dedica a la coordinación de talleres literarios desde 1979, ha publicado varios libros sobre técnica literaria, y otros cuantos de ficción entre los que se destaca El fantasma del Reich (Sudamericana, 1995). Fue secretario de redacción en La Cosa y consultor de Educación Artística (Literatura) del Ministerio de Cultura y Educación. Hace un tiempo lo entrevisté para Juguete Rabioso sobre la aparición de dos nuevos libros sobre el arte de escribir y el de corregir. De allí extraigo algunas preguntas y respuestas.



—¿Qué hace aquel escritor que no tiene dinero para publicar?

—Hace unos pocos años te hubiese contestado: se j… Hoy, puede abrir una bonita página en Internet. Paso un aviso a escritores noveles, sin un mango y necesitados de publicar: el sitio www.elaleph.com tiene planes maravillosos para editar a autores jóvenes sin que deben poner un peso. ¿Oyeron hablar del e-book? Pues bien, a eso se está dedicando ahora el webmaster de dicho sitio. Se llama Diego Ruiz. Visitad elaleph.com y escribidle al quía.

—¿Cuáles son los síntomas que nos develan a un mal escritor?

—El mal escritor escribe más de la cuenta. Explica, explica, explica. “Cuenta” en lugar de mostrar. No sabe ocultar. No sabe hacerse entender. No sabe describir. No te mueve un pelo. Sus diálogos son gastados y latosos. Sus imágenes se empastan. Piensa –es un decir- bajo los dictados del Pensamiento Único. Pontifica, baja línea, explica, explica, explica, explica…

—¿Y a uno bueno?

—Para ser buen escritor es necesario –antes, durante, después- ser buen lector. En la buena literatura se nota el gusto por hacer las cosas al revés de lo listado en la pregunta anterior.

—¿Cómo ves a la joven literatura?

—Con muy buena salud, a juzgar por la calidad literaria de los jóvenes que se atreven a poner un pie en mis talleres.

—¿Crees que la poesía ha alcanzado niveles demasiado “altos” para los lectores?

—Esta pregunta no es tan ingenua como parece. Me hace acordar a lo de “¡Suban el techo ¡Bajen el piso!” Mesplico: no es que la poesía haya alcanzado tales alturas. Lo que pasa es que la humanidad ha descendido a profundidades bestiales, que es distinto (y eso que odiaba generalizar, ¿no?).

—¿Por qué Argentina es el país del cuento a diferencia de otros donde predomina la novela?

—No tengo la menor idea. Pero es verdad: desde que nacimos estamos rodeados de cuenteros.

—¿Cuándo uno puede estar seguro de que terminó un cuento, o una poesía?

—Jamás.

—¿Cuáles son los pasos que debe dar el escritor una vez que terminó el libro, para poder publicarlo?

—Releer la respuesta a la pregunta 3. Y mandar el libro a concursos literarios cuya premiación incluya publicación. A mí la gente de la Fundación Antorchas me cambió la vida, y nunca dejo de agradecérselo cada vez que puedo: allá por el 1994 gané el concurso de Cuento, y ahí tenemos a El fantasma del Reich jugando en las grandes ligas (el libro lo publicó Sudamericana en 1995, ese era el premio).