Leyendo...


"El sueño siguió largo rato, pero al despertarse, todavía en la oscuridad, algunos minutos u horas después, Roger ya no recordaba su desenlace. No saber la hora lo angustió de nuevo. A veces lo olvidaba, pero la menor inquietud, duda, zozobra, hacia que la punzante ansiedad de no saber en qué momento del día o de la noche se hallaba le produjera hielo en el corazón, la sensación de haber sido expulsado del tiempo, de vivir en un limbo donde no existía el antes, el ahora ni el después"


"Todo eso era verdad, pero también lo era que la idea de Dios no cabía en el limitado recinto de la razón humana. Había que meterla allí con calzador porque nunca encajaba del todo. Él y Herbert Ward había hablado muchas veces de este asunto. << En lo que se refiere a Dios hay que creer, no razonar>>, decía Herbert. << Si razonas, Dios se esfuma como una bocanada de humo.>>" 

(Mario Vargas Llosa de El sueño del Celta)