Nada como ir juntos a la par

La colección Ciencia que ladra, viene editando excelentes libros para iniciarse en ciertas cuestiones científicas de uso popular y algunas experimentales o muy nuevas (aunque a veces se vean desactualizadas como es el caso de Había una vez el átomo).
Un científico en el museo de arte moderno del oceanógrafo mexicano Luis Javier Plata Rosas, nos propone un paseo por lo que de ciencia tienen algunas propuestas del arte moderno y lo que de arte suele tener la ciencia, sobretodo la especulativa (agrego yo). Desde El Grito de Munch, hasta el arte de proporciones astronómicas, pasando por la bioingenieria al servicio del arte; Rosas repasa en breves anotaciones (ilustradas en la colección de Siglo XXI en blanco y negro -un defecto casi imperdonable-) la historia y en algunos casos excusas que los artistas impusieron para presentar sus obras, muchos aficionados a la ciencia, y muchos otros por pura verborragia "traida de los pelos" conocida en los pintores.
El libro es muy didáctico, compacto, entretenido y, si bien nos encontraremos con algunos lugares comunes (donde el autor se encapricha en pedir perdón) también hay lugar para el asombro y conocer cosas que no sabíamos, anécdotas, postulados, explicaciones. Es un libro perfecto para aquellos que jamás entendieron el arte moderno, o para quienes no encontraban explicación a algunas monstruosidades pictoricas que otros veían geniales.
   Generalmente cito acá, después de escribir mi opinión, alguna contrapropuesta o articulo aumentativo sobre el libro para que quienes leen el blog no se vayan con mi imágen, en la cual desconfío, pero, en este caso, no encontré artículos o reseñas muy diferentes a esta.

2 coment:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por compartir en tu blog tus comentarios, críticas y observaciones a mi libro. Mientras lo estaba escribiendo, seguido me preguntaban: "¿Y no piensas hablar de Dalí? ¿Y de Escher?..." Prometo no encapricharme (tanto) ni pedir perdón (tan seguido) en mi próximo libro. Abrazos desde Puerto Vallarta!

Luis Javier Plata

Pablo. dijo...

Gracias, Luis Javier, por pasar por acá y haberte tomado el trabajo de escribirme. El tipo de libros que publica Ciencia que ladra, es difícil de clasificar, etc... porque depende muchísimo de qué clase de lector llegue a él. Yo lo disfruté, aprendí. Otros lo encontrarán banal porque saben demasiado de arte, o de ciencia y les interesa la seriedad. Ciencia que ladra apunta a un público popular, o relativamente lector de estos temas, y no falla. Gracias de nuevo y, nos mantenemos en contacto.