EN CELO / ANTOLOGÍA DE CUENTOS SOBRE SEXO


Che, te quiero contar de un libro que me gustó mucho. En la tapa aparecen dos cerditos jugando a coger. Adentro del libro hay cuentos sobre sexo, y otros que deben referirse al sexo y yo no entendí. Pero mejor, porque al séptimo u octavo cuento fatiga un poco saber que el próximo tratará sobre lo mismo, pero no pude parar de leer. Los cuentos están escritos por guasos de nuestra edad, algunos un poco más grandes. Gente de nuestra generación (y hay debates y ponencias en un montón de blogs a favor y en contra de que los encasillen, viste cómo es esto…). Yo me lo comí de una, quise darme cuenta de que estos culiáus me cagan a baile escribiendo y que me falta mucho para llegar ahí. Te digo la verdad, lo compré para curiosear y porque sigo un poco los blogs de los que escriben, por eso lo compré. ¡Qué envidia! ¡Vos vieras cómo escriben! Fijate Terranova lo que hace acá:

“ Nos fuimos a su casa, me clavó las uñas en la espalda y me dejó marcas. Anoté su teléfono en un papel. Nos empezamos a ver seguido”

En los cuentos hay crónicas sobre obsesiones, un tipo que se excita rompiendo parejas, una primera masturbación y eyaculación mirando a dos putos y las bailantas de Cucurto, entre otras cosas de igual tenor (no graso). Me calentó la descripción de una penetración que hace Mariana Mariasch en Los días negros:

“Encuentra resistencia en la carne todavía seca, pero a los dos o tres golpecitos la abertura cede y adentro hay humedad y cobertura completa”

Me gusta el libro. Hay travestis con juguetes, viajes, búsqueda un tanto graciosa del punto G, sexo tántrico y cuentos sin sexo. Hay una hermana que sueña con el cuñado desde la cucheta de arriba gracias a los brillantes diálogos de Natalia Moret en Platero y yo; uno de los mejores cuentos de los 18. Me gustó mucho también este párrafo de Parisi:

“Pero la civilización del siglo XXI, la misma que miraba sus comerciales, estaba orgullosa de haber evolucionado, y así como dejaba morir a millones de niños a causa del SIDA, el hambre y la tuberculosis, gastaba fortunas construyendo rampas, botones de braille y páginas web sonoras que alentaban a parapléjicos, ciegos, sordos y mudos a vivir en un mundo que los despreciaba pero que se empeñaba en mantenerlos con vida.”

Me gustaron los dos limpiapiletas que se quieren coger a una pendeja rubia en Barrefondo de Félix Bruzzone; al igual que el que se hace una paja mirando una web de pendejas amateurs mostrándose eróticas en Coger en castellano de Mairal. Cierra el libro un cuento de Patricia Suarez. Es una fuerte lluvia la que va a caer, así se llama el cuento. Yo no sé, pero cada vez que leo a Patricia (sobretodo en su blog) me dan ganas de escribir. Esta hija de puta me hace creer que tengo cosas para contar…

2 coment:

Sex Shop dijo...

Muy buenoooooo!!!!!!!!!

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