Leyendo...


Por momentos gélida, a ratos tristísima, la obra refería la historia de un alma cuyo mensaje, transmitido en un prólogo en verso, era que el amor que no asentaba sus cimientos en la sensatez estaba condenado.


Aunque no hubiese contado con la atención, el aplauso o el placer evidente de sus familiares, habría sido imposible impedir que Briony escribiera. En cualquier caso, estaba dewscubriendo, como muchos escritores antes que ella, que no todo reconocimiento es útil.