América Noticias da vergüenza

Estoy harto, cansado, y decepcionado de los medios populares, los principales responsables de la mediocridad general de la población y el retroceso de la inteligencia y el pensamiento. Acabo de ver en América Noticias un informe sobre el terremoto italiano de hoy y no perdieron oportunidad para manifestar que había sido predicho por Nostradamus con increíble exactitud. También, ya que estaban en tren religioso New Age; como casi todos los canales de Tv y la gente en general, se despacharon sobre el cambio de era y los grandes cataclismos. Sentí inmediatamente la obligación de aclarar, por lo menos para mis contactos, que todo eso es FALSO. Ni Nostradamus anunció nada de eso, ni existen cataclismos en el mundo diferentes a otros en momentos distantes de la historia de la humanidad. Quiero que conozcan la historia de quién fue este señor Nostradamus, y sanear otras cuestiones sobre los Mayas y el fin del mundo:

   Michel de Nôtre-Dame, nació al sur de Francia en 1503. Se crío Judío pero su familia fue forzada a convertirse al catolicismo. De adulto afirmó que descendía de la tribu bíblica de Isacar, que estaría singularmente dotada para la profecía; lo cual es falso si tenemos en cuenta que ni siquiera hoy se puede rastrear cualquier genealogía hasta los tiempos de las Doce Tribus de Israel. 
   En 1525 se recibió de médico. El programa de la carrera contenía muchos conceptos erróneos: la herboristería, por ejemplo, junto a medidas higiénicas que combinaban procedimientos adecuados con otros que eran inservibles o perjudiciales. Viajando encontró e intercambió información con varios doctores, alquimistas, cabalistas y místicos renacentistas en la clandestinidad. 
   En 1537 murieron su esposa y sus dos niños a causa de la peste bubónica. Tuvo problemas con la Inquisición en Toulouse por un comentario sobre la estatua de la Virgen María. Simpatizaba con el protestantismo: llamaba “cristianos” a los reformistas, y “papistas” a los católicos.
   Se estableció en Salon-de-Provence, en 1547 y se casó con una viuda adinerada llamada Anne Ponsarde Gemelle. Durante este período, comenzó a alejarse de la Medicina para acercarse a lo oculto. Para entrar en estado de trance incluyó los antiguos métodos decontemplación de la flama y del agua, técnicas diseñadas para detener la mente y lograr ver internamente. También usó la de Branchus, el profeta délfico de Grecia, que consistía en sentarse sobre un trípode y contemplar el interior de un bol de bronce lleno con agua y varios aceites y especias. Con su supuesta habilidad para prever el futuro, escribió una serie de almanaques anuales. Los hizo públicos con la versión latina de su nombre:  Nostradamus. 
   Para evitar a la Inquisición, inventó un método que oscurecía las profecías utilizando juegos de palabras y mezclando idiomas: provenzal, griego, latín, italiano, hebreo y árabe. Muchos clientes, entre los que se encontraban el empresario minero alemán Hans Rosenberger y el noble Hyeronimus Schorer, se quejaron de sus predicciones por demasiado imprecisas. Después de su muertes, según sus cartas, se supo que no dominaba el Latín y no era capaz de ejecutar los cálculos astrológicos básicos, los cuales encargaba a terceros, limitándose a elaborar las interpretaciones.
   Sin embargo tuvo éxito. Muchas personas provenientes de alejadas regiones francesas lo contactaron para saber sobre el futuro a través de los horóscopos. En el siglo XVI, la Astronomía aún no se había separado de la falaz Astrología. Esto, unido a la gran ignorancia en cuestiones físicas y biológicas, reforzaba la credibilidad de sus influencias. Al ser publicada su máxima obra escrita bajo el nombre de Las profecías, muchos empezaron a criticar su contenido, argumentando que constituía información obtenida del demonio, y lo declararon hereje. Muchos lo  apoyaron y consideraron la obra como una post-biblia auténtica. Entre sus clientes estuvieron los ricos y famosos de la época. Catalina de Médicis, esposa de Enrique II, rey de Francia, que lo invitó a la Corte.
   Al tiempo se “cumple” su primer profecía: la muerte de Enrique. El monarca murió accidentalmente durante una justa y su viuda encargó un relevamiento de vaticinios a fin de descubrir si alguno de los adivinos o astrólogos a quienes consultaba se había anticipado a la tragedia. En la Cuarteta 1-35 (estrofa 35 de la Centuria 1) había una serie de imágenes que sugerían el desenlace. Nostradamus fue temido, sus malos augurios para Inglaterra desató el pénico. Así se constituyó el mito que lo hizo sobresalir entre cientos de profetas de la época. 
  El 1 de julio de 1566 al atardecer, le dijo a su secretaria que "no lo encontrarían vivo para el amanecer". Fue, quizá, la única profecía (en el caso de que haya pronunciado esas palabras) que se cumplió.

   No hay prueba alguna de que Nostradamus haya acertado alguna profecía, la ciencia ni siquiera considera a sus libros como enteramente proféticos. La fama contemporánea de Nostradamus se cimenta en intérpretes que comenzaron a divinizarlo en el siglo pasado. Ninguna cuarteta de Nostradamus ha sido interpretada antes de que el hecho suceda o los sugieren demasiados genéricos: incendios en occidente, guerras espantosas en oriente. El método que utilizan sus traductores y creyentes se llama precgnición retroactiva, y se basa en relacionar su poesía con eventos ocurridos (y no por ocurrir) o que son tan cercanos que pueden ser considerados como inevitables. No escapa a cualquier predicción de cualquier predicador igual de falaz. 
   Se encontraron muchas predicciones de Nostradamus de hechos ya ocurridos cuando las formuló, esperando que su público las creyera anteriores. La mayoría de sus defensores afirman que predijo todas las catástrofes del mundo, desde su época hasta el futuro año 3797, el fin del mundo. Justifican su falta de claridad a que tuvo que codificar sus profecías para evitar la condena de la Inquisición, lo cual es ingenuo teniendo en cuenta que no hubiese significado nada en absoluto para la época escribir las palabras “Napoleón” o “Hitler”, personajes que según sus defensores, previó.
   Nostradamus pronosticó el fin del mundo en muchas oportunidades, fallando en todas. La más contundente fue su cuarteta: "El año 1999, séptimo mes, vendrá del cielo un gran Rey de espanto. Resucitar al gran Rey de Angolmois, antes, después, Marte reinará por buen dicha".

Por otro lado los Mayas fueron una cultura que surgió en Mesoamérica hacia 2000 antes de Cristo. Tenían tres calendarios: uno solar, de 365 días; otro ceremonial, de 260; y un tercero, llamado Cuenta Larga, de 1.872.000 días (5.125 años) que acabará el 21 de diciembre de 2012, donde volverá a comenzar, una especie de Nochevieja a la que sigue su correspondiente día de Año Nuevo. Antes de 2010 un guía alienígena y un arcángel llamado Metatron, informó a Diana Cooper (escritora de superventas, quien tenía varios elementales pentadimensionales viviendo en los árboles, al final de su huerto, así como cientos de hadas) que el 21 de diciembre de 2012 se acabaría el mundo y que no solo los Mayas lo habían profetizaron. A partir de sus apreciaciones, se disparó en miles de medios, películas y cultos, esta aseveración. Hay quienes sostienen que el desencadenante será el supervolcán de Yellowstone, un gigante dormido cuya erupción provocaría el equivalente a un invierno nuclear. Otros hablan de un máximo de la actividad del Sol que achicharrará la Tierra. Otros apuntan más lejos, a un alineamiento del Sol o el Sistema Solar con el centro de la Galaxia, desde donde nos llegará una especie de rayo de la muerte. Y no falta el clásico planeta X en rumbo de colisión. A esta alturas, se cuentan de a cientos los diferentes motivos y grupos religiosos, sectarios o pseudocientíficos que lo aseguran y disparan conjeturas infantiles. Los Mayas, que fueron incapaces de predecir su propio declive antes de la llegada de los españoles, nunca vincularon el fin de la Cuenta Larga con el del mundo. En Noviembre de 2010 Varias decenas de chamanes de toda América Latina se reunieron en Chile con el objeto de desmitificar la profecía del fin del mundo para el 21 de diciembre de 2012, incluidos tres expertos de la cultura Maya.